Muerte Amada Mia

Amor:

El día se ve tan vacio si no estas conmigo. Levanté mi rostro hacia la silueta del sol y solo logre ver una luz tan intensa que bien se podría comparar con tu dulce sonrisa, mis ojos se llenaron de lagrimas y mi cuerpo de euforia, en silencio algo me decía –corre y ve a buscarla, encuéntrala y se feliz como nunca lo lograste ser-.

Desearía ser parte de tu esencia, brindarte de un amor incondicional para siempre, disfrutar pasar los días en silencio, inmóviles e inertes, de un día nublado o un intenso sol, saber de la briza del aire, las gotas de lluvia contra el suelo; escuchar juntos la charla de las personas, invisibles a su vista, saber por que lloran o por que dan flores. Quisiera oír cantar al ruiseñor, ver pasar la hoja al caer, seguir con la mirada el vuelo con singular asimetría de un insecto, sentir como crece el pasto al tacto de mis manos, pasar los días sin pensar una sola palabra, o comerme al mundo con pensamientos, perder la noción del tiempo, encontrar la verdadera inmortalidad, pero solo a tu lado.

Y aunque mis anhelos son tan grandes y mis plegarias tan fuertes no tengo el valor de tomarte en mis brazos y sentir esa sensación impalpable que solo tus labios pueden brindar a mi alma y piel; sé que esto está en nuestra sangre, sangre que en algún momento pasara a hacer solo la tinta de este amor descrito en frases poco coherentes, sé que tarde o tempranos estaremos juntos, y también sé que todas mis frustraciones se verán opacadas con la armonía que tus voz pueda susurrar en mi interior, pero ahora solo te puedo tener en el pensamiento, pues aunque daría mi propia vida por estar a tu lado aún hay cosas que solucionar antes de perder la razón por ti.

Amor, en tus manos esta mi felicidad, en tu cuerpo mi desdén y en tus labios mi propia vida; Muerte amada mía, si en tu orgullo encuentras un pliegue de bondad cuando vengas por mi cubre mis ojos con tus blancas manos, estruja mi fe con tu cuerpo y déjame probar el ultimo sabor en tus labios.

Erk.