Epístola, Vida

Entrañable Vida:

La oscuridad de la media noche me hace recordarte, cada momento que eh vivido aparece en mi cabeza con cada mínimo detalle que el llanto es inevitable. No sé si es el frio en mi cuerpo, pero tu recuerdo me hace pensar en lo mucho que me hicieron falta tus abrazos.

Han pasado tantos años desde que mi memoria tiene el primer indicio de conciencia, el abrazo de una madre, la inocencia de un niño, es a lo largo de esos años que me pregunto ¿Qué ah pasado?, muchas veces me cuestiono si es correcto lo que estoy haciendo, pues vida, me has brindado de experiencias que no se olvidan fácilmente, por el contrario marcan tu destino, y son esas remembranzas que forman tu cuerpo y tu carácter para mostrarlos a la luz del día.

Me eh visto caminando grandes senderos, dibujando siluetas en el cielo, degustando cada sabor que mis papilas gustativas pudieran experimentar, me eh visto sintiendo el calor de un cuerpo ajeno recorriendo cada centímetro de mi piel, besando otros labios, recorriendo mi rostro por cada parte de su cuello, sintiendo el aroma del verdadero amor, he proyectado mis días en el brillo del sol, con la euforia de sonreír por sonreír de manera sincera, si una doble intención.

Pero esta noche todo es oscuro, y hoy no es mañana. Se bien que el vivir este día como lo que es, único, es el principio de toda felicidad, pero este día ha sido una más que no eh logrado sonreír, no porque esté triste, pues bien si el llanto acude en tu ausencia es porque la noche ah sido demasiado larga, tanto para mostrarme esos momento que sin darme cuenta en el instante, tan feliz me hicieron, el llanto acude a mis ojos y mis manos, de mis mejillas al cuello porque es la silueta de cada recuerdo que me abraza en su memoria, diciendo en secreto que ni la noche, ni el día, ni el mejor año de tu vida es eterno.

Recorro en silencio cada noche mis propias huellas, anhelando encontrar el punto en que te eh perdido, a veces, entre cierro la mirada forzándola adaptarse al brusco cambio de colores, me pregunto si mis sueños tienen que ver con tu paradero.

Vida, escribo estas líneas pensado en que algún día las leerás, con la esperanza de que me recuerdes y regreses a este pecho para volver hacer latir mi corazón, que ha tejido telarañas en mi cuerpo esperando atrapar amor en el viento, buscando alimento.

P.D.
Vida no me olvides,
que la muerte,
no es tan buena compañía.

                                                                            Erk.